Édgar Alberto de la Trinidad Vargas Brenes (Esparza, 25 de octubre de 1962) ha pasado 36 años de su vida ligado al deporte, en la cancha como guardián del arco y desde un escritorio vigilando que se cumpla el Reglamento de Competición.
Vargas fue portero durante más de dos décadas. Cumplió el rol de jugador–entrenador, antes de su retiro, y desde hace 15 años preside el Comité de Competición, de la Liga de Futsal (LIFUTSAL).
En su época de jugador vistió las camisetas de ACJ, AGUF, La Universidad de Costa Rica (UCR), Aranjuez, Génova y de la Selección Nacional. Llegó al arco por accidente y tuvo que aprender el oficio de ser portero en cada partido que jugó.
Se distinguió por sus reflejos, usar guantes cortados y por sublimar sus uniformes con unas figuras de tiburón. Edgar Vargas es nuestro invitado especial, de esta semana, en nuestra sección #FutsalRetro. En la entrevista repasamos su vida dentro y fuera de una cancha.
El ‘Pescado de Moragua’
Conocido en las canchas como “Pescado”. Sus amigos del barrio lo bautizaron así por ser originario de Esparza, Puntarenas. Creció en la urbanización El Alto de Guadalupe, San José. Es en ese lugar, junto a su hermano Rafael y otros jóvenes del lugar, decidieron formar el equipo “Moragua”.
El nombre surgió porque la mayoría de integrantes provenían de Moravia y Guadalupe. Ganaron por tres años consecutivos Las Olimpiadas Deportivas de Moravia. “Una calle nos separaba. Al norte era Moravia y al sur Guadalupe. Éramos más de 200 jóvenes participando en diferentes disciplinas. Nos quedamos con esa copa rotativa, después de ganar la competencia por tres años consecutivos”, recuerda Brenes.
Portero por accidente.
El equipo de la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ) invitó a ‘Moragua’ a participar en un torneo de fútbol de salón en 1984. Luis Chavarría, jugador de ACJ, fue el designado para enseñarle las reglas a ese grupo de amigos que hasta ese momento solo habían jugado fútbol.
¿Chavarría preguntó quién juega de portero?, necesitan uno para el torneo. Nadie contesto. “Todos me volvieron a ver. Mis compañeros me eligieron y no tuvo otra opción". Desde ese día, en la cancha de planché, empezó a escribir su historia bajo los tres palos.
El equipo fue la sensación del torneo. Se dejó la copa de campeón. Édgar Vargas fue el mejor portero y Luis Bolaños el goleador. “Nunca me imaginé ser portero. No tenía ni guantes, ni buzo. Ganamos todo y fuimos campeones con mi hermano ‘Fello’”.
Empieza la historia
De “Moragua” pasó a convertirse en portero del ACJ durante dos temporadas. Jugó los siguientes años con la Universidad de Costa Rica (UCR). Defendió también el arco de Aranjuez, AGUF y Génova.
En 1989 integra la Selección Nacional de Fútbol Sala que viajó a México para ser parte de la Copa del Pacífico. La “Sele” dirigida por los entrenadores Jorge Flores y Carlos Quirós pierde la final ante Australia. Al regreso del viaje, los jugadores que alcanzaron ese subcampeonato, formaron un equipo con la base de esa Selección.
“Mi hermano Rafael, era directivo del equipo de Fútbol de la Universidad de Costa Rica. Nos ayudó con la gestión para competir en el torneo de ACOFUSA con la ficha de la UCR de Occidente”. Las autoridades universitarias aceptan la propuesta, con la condición de que nos hicieramos cargo de los gastos y que el equipo le abriera la puerta a a tres o cuatro estudiantes.
La fórmula fue un éxito y la UCR alcanzó el Bicampeonato de ACOFUSA (1990-1991) con una generación de jugadores encabezada por Diego Solís, La ‘Perla’ Porras, Sergio Barrientos, Álvaro Elizondo “Repollo” y Jimmy Pritchard.
Parrita se interpuso en el camino del Tricampeonato. Los dejó fuera de la final que terminó ganando Rescate Juvenil en 1992. En el siguiente año se unen al equipo Carlos Sotela, Jesús “Chus” Vargas y Ricardo Gutiérrez “Huevo”.
De 1993 a 1998 los universitarios no tienen rival en la cancha. Se consagran Hexacampeones de AFUSCO, todo un hito en nuestro deporte. Ese logro llevó al director técnico Carlos Quirós a la Selección Nacional. Vargas tomó su lugar como portero y entrenador.
Esa fue su última función en una cancha de futsal. Se retiró a los 35 años, con un partido de despedida entre la Selección Nacional y La UCR, en el gimnasio de Calle Fallas. “Jugué un tiempo con cada uno. Olman Vega organizó la actividad. Creo que ha sido la única despedida que se la ha hecho a un jugador de futsal”. En 1994 jugó una temporada con Goicoechea en la Liga de Fútbol Playa.
La comparación con Didier Herrera
Vargas era un portero de grandes reflejos, flaco, de estatura media, de cualidades innatas y jugaba mucho con los pies. “Mi punto más alto eran los reflejos. Me gustaba deleitar a la gente. Estirarme y dar espectáculo a la grada. El aprendizaje para los porteros de mi época era a ojos cerrados. No había entrenadores específicos”.
De los colegas que vio jugar, en la nueva era, se identificó con las cualidades de Didier Herrera, actual entrenador de porteros de la Selección Nacional. “Los porteros de hoy en día son muy posicionales, tienen entrenadores específicos. Son más hechos”.
Su mejor momento bajo los tres palos llegó a los 30 años, después de su participación en un Torneo Universitario en Brasil. Enfrentó al Santos, Palmeiras, entre otros equipos tradicionales sudamericanos y asistió al Premundial de Guatemala, en 1996. “En un partido contra Santos volé de lado a lado. Fue un gran juego. Ese torneo me marcó para la vida. Las oportunidades llegaron tarde. Hubiera asistido a Mundiales, pero todo la aprendí ya viejo”.
Los mejores jugadores y entrenadores
Édgar Vargas compartió camerino con grandes jugadores. “El mejor jugador técnicamenteue vi jugar fue a Jesús ‘Chus’ Vargas”. Tácticamente eligió a Luis Javier Chavarría, Diego Solís y Carlos Sotela.
El entrenador Carlos Quirós marcó su carrera en lo positivo y Jorge Flores en lo negativo. “Flores era muy ‘argollero’. En el camerino de AGUF dividía al equipo en dos. De un lado están los buenos y del otro los malos, nos decía en las charlas técnicas”.
En la cancha se encontró con muchos rivales a los que respeta por su potente remate. “Recuerdo a Rafael Calderón del equipo Papas Liliana. Le pegaba durísimo. Jorge Rojas “Pizuca” de Tibás. Sus disparos eran impredecibles. En un penal, metió un puntazo que me pegó en los testículos. Tardé varios minutos en recuperarme”
Rolando “Rolo” Valverde de Rescate Juvenil fue otro de sus rivales a los que respeteo por sus disparos. “En un tiro libre sin barrera. Era zurdo. Las opciones que tenía para patear eran hacerme un ‘globito’ o pegarle duro al ángulo derecho. Atajé la bola. Es la único que recuerdo. Me quedó la marca en el pecho ”.
Su legado
Siempre usó guantes cortados. Lo copió de los porteros de Brasil. Lució el número 1 en su camiseta sublimada con diseño de tiburones, por su apodo de “Pescado, hasta que nació su hijo mayor Paolo.
“Me compre varios guantes en Brasil. Al principio usaba el 1, pero desde que nació mi hijo Paolo cambié al número 15, en honor a su fecha de nacimiento. Fue toda una novedad porque a los porteros se les asignaba siempre el 1 y 2”.
En 2005, Édgar pasó de las canchas al escritorio. Su hermano Rafael lo invitó a formar parte del Comité de Competición de los torneos de AFUSCO. Desde entonces lidera el equipo que se encarga de vigilar que se cumpla el Reglamento de los 16 torneos que organiza la Liga de Futsal.
“En la familia siempre hemos sido líderes. Consideré que podía aportar más a la disciplina como dirigente. Con un proyecto de visión y desarrollo. He estado ligado por más de 36 años. He entregado mi vida pensando en la institución y no en beneficio personal”, finalizó
FICHA TÉCNICA
Nombre: Edgar Alberto de la Trinidad Vargas Brenes
Fecha y lugar de nacimiento: 25 de octubre de 1962 en Esparza, Puntarenas
Edad: 57 años
Posición: Portero
Equipos: Moragua, ACJ, AGUF, Aranjuez, Génova y UCR
Títulos: 8 Títulos nacionales con la UCR
Profesión: Máster en Administración de Empresas