Adays Briceño Espinoza es parte de la historia de la Liga de Futsal de Costa Rica. La asistente administrativa del Comité de Competición cumple este lunes 8 de junio once años de vestir la camiseta del equipo de trabajo de LIFUTSAL.
La originaria de Guanacaste es la colaboradora más antigua del personal que labora para la Liga. Adays dio sus primeros pasos junto a la organización deportiva que empezó a regir y organizar los torneos de futsal a partir del 2009, tras la fusión del fútbol salón y fútbol sala.
Y es que quién no conoce a Adays, “La Dama del Futsal”. La mujer, la madre y la amiga que con su determinación, pasión y entrega trabaja dentro y fuera de la cancha, con el reglamento de competición en la cabeza y el corazó, porque considera a LIFUTSAL su segunda familia y su pasión.
Son miles de partidos y más 100 finales las que figuran en su hoja de vida deportiva, en esta década de laborar y ser un miembro importante del Comité de Competición. En su onceavo aniversario, conversamos con Adays para que nos cuente de su pasado y presente en la Liga de Futsal.
¿Cómo y cuándo llega a la Liga de Futsal?
R.- Después de trabajar diez años en la Fedefutbol, me tomé un descanso. Quería darme un respiro del fútbol. Fueron años agotadores. A la Liga de Futsal llegué por recomendación de mi buen amigo Iván Madrigal. Él tenía contacto con la administradora de ese momento, Elena Monney. Me rogó como 15 días. Yo tenía mis dudas porque era un deporte nuevo para mí. Me daba temor conocer a gente nueva. Llegué un 8 de junio de 2009. Once años después sigo cosechado más amigos de los que pude imaginar.
¿Qué significa el futsal en su vida?
R. –Es una pasión y mi segunda familia. He llegado a amar tanto mi trabajo que siempre doy más de lo que me piden. Me siento agradecida por tener un trabajo en tiempos de pandemia, porque hay mucha gente que lo ha perdido. Me mantengo al pie del cañón. He logrado mantener un equilibrio entre la familia, el trabajo y los amigos.
Ha visto pasar a una generación de jugadores que hoy son protagonistas…
R. –Han sido tantos que es difícil recordarlos a todos. Darío González, los hermanos Milinton y Justin Tijerino, Greivin Cascante, Kenneth Carmona. Es un gran orgullo. Soy amante de las Liga menores. Siempre las defiendo. Los niños son los que más disfrutan y aman este deporte.
¿Cuál de las finales es la que más recuerda y por qué?
R. –Todas las finales son importantes. Me han dejado una gran enseñanza y las he disfrutado mucho. Tienen un significado muy especial en mi vida. Me gustó mucho la organización del 2018. Recuerdo la final U-11 del 2009, entre Borussia y T Shirt Mundo. Darío González no dejaba de llorar, a pesar de que fue campeón y goleador. Eso me impactó mucho. Lo abracé para consolarlo. Muchos niños tienen problemas familiares y el futsal es la medicina que los hace crecer.
¿El mejor recuerdo de estos 11 años?
R. –El viaje a Bucaramanga con la Selección de Futsal. Ese año marcó mi vida. Fue muy emocionante ver a Costa Rica, a Brasil y Argentina en el Mundial de Colombia 2016.
¿La situación más difícil qué le ha tocado vivir?
R. – La muerte de Mauricio Carrillo, presidente de Unicaja. Él llegaba todos los viernes a tomar café. Era un señor muy especial. Nos afectó mucho a todos.
¿Qué estereotipos tuvo que romper para trabajar en deporte?
R. –El machismo. En años anteriores era muy difícil ver a una mujer en el deporte. Afortunadamente el futsal nos ha dado muchas oportunidades. Yo conformé el comité de competición. He aprendido de Edgar Vargas. Juntos hemos ido dándole vida a la competición. Implementado y modificando el reglamento en conjunto con los equipos. Lo más difícil es hacer cumplir las reglas. Antes era muy difícil ver a mujeres árbitras. Ahora hay muchas. Se ven muy elegantes dirigiendo un partido de futsal.
¿Un sueño o meta por cumplir?
R. –A nivel laboral lo he tenido de todo. Agradezco a la Liga por brindarme la oportunidad ir al Mundial de Futsal de Colombia 2016. Además, fui comisaria de un partido de la Copa Mundial Femenina que se realizó en nuestro país, en el 2015. No me queda nada por hacer. Solo ser entrenadora, pero no me llama la atención. Prefiero seguir siendo la asistente administrativa del Comité de Competición. A nivel personal me gustaría seguir estudiando secretariado ejecutivo y aprender otro idioma que no se inglés. Una secretaria es de un valor incalculable. El éxito de una empresa está en su personal de trabajo. Me siento halagada de que mi trabajo haya contribuido a que la Liga de Futsal crezca.
¿Qué enseñanza le ha dejado la pandemia del Covid-19?
R. –A que debemos ser más humanos. A veces nos creemos los dueños de la vida. No tenemos el control de todo. Esto fue un estate quieto. La decisión que tomo la Asamblea Extraordinaria de la Liga de suspender los torneos fue la mejor. En estos momentos es más importante la salud.
¿Alguna anécdota que nos pueda compartir?
R.–Recuerdo dos. En el segundo día de trabajo me asignaron el goleo de todo el campeonato. Eran como 56 equipos. Fue cansado, pero lo logré. Días después mi jefa me entregó el reglamento de competición para que lo leyera. No tenía conocimiento y muy adentro, me dije: ¡qué pereza leer esto! El éxito para estar tanto tiempo en un trabajo es ser sigiloso, respetuoso y no traicionar la confianza de los jefes.