Karina Varela Cerdas anotó y celebró su regreso a las canchas después de casi un año y medio sin jugar por culpa de una lesión que casi termina con una carrera de 18 años de jugar al futsal.
La jugadora del CCDR Desamparados se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y además sufrió separación de los meniscos y lesión en el hueso a inicios de la temporada 2018.
Varela volvió para jugar unos minutos en la victoria 5-2 frente a Pococí donde marcó uno de los goles del partido válido por la jornada 18 de la Liga Premier Femenina.
“Ahora lo entiendo todo. No cualquiera sale de esta y vuelve; se necesitan recursos, tiempo, convicción y agallas. Lesionarme fue un reto y volver la forma de superarlo. Me llenó de mil emociones. Esperé tanto la hora que mi corazón y mis emociones eran un juego de pólvora.”, afirmó la desamparadeña.
Karina es una mujer polifacética. Desde pequeña combinó su pasión por el futsal con la música. Es docente universitaria, cantautora nacional y emprendedora. Actualmente estudia sociología en la Universidad Nacional.
“Tan solo respira, que todo tiene su tiempo. Tan solo sonríe que te quiero ver feliz. Cualquier momento así sea bueno o malo, puede cambiarse por cualquier matiz”, dice la letra de su canción sonríe.
La melodía parece estar inspirada en parte del drama que vivió, pero en realidad la escribió para apoyar a una compañera de equipo, que pasó un caso similar, “de dejar algo les gusta y que las cosas no son para siempre”.
Te compartimos la entrevista que Karina Varela nos concedió donde nos habla de su pasado presente y de sus proyectos a futuro.
¿Qué sentimiento le generó volver a jugar después de tanto tiempo?
R. Me llenó de mil emociones. Esperé tanto la hora que mi corazón y mis emociones eran un juego de pólvora. Me abrazaba un enorme sentimiento de agradecimiento. Porque detrás de ese regreso hay demasiados involucrados. Noté en ciertas áreas de mi juego la factura de estar tanto tiempo fuera, pero hay cosas que sólo los minutos y la continuidad se encargarán de devolverme. Lo importante es ser contundente y paciente. Espero que mi juego vuelva en su máxima expresión.
¿Alguna molestia o resentimiento?
R. Pese a que ha pasado mucho tiempo, y le hemos metido mucho fortalecimiento, aún mi isquiotibial de vez en cuando se pone chúcaro, le da por dar molestia. Es normal, él sufrió mucho con esa cirugía. Lo bueno es que la mayoría son molestias ajenas a la cirugía. Son factura de haber dejado tanto tiempo el deporte. Lo de quitarse el miedo y meter la pata, vendrá con el juego. Sigo en terapia, hay áreas por trabajar. Vienen partidos exigentes. Esperaremos como se desenvuelve la rodilla en ese proceso.
¿Tirar el penal en su regreso fue una decisión del momento?
R. Antes de la lesión yo era una de las que llevaba casi siempre la responsabilidad de tirar penales. Sin embargo, ese penal no tenía nada que ver con eso. Lo tiré porque todos querían que lo tirara. Fue coral, tras el pitazo en el gimnasio solo se escuchó Karina, que lo tire “Kary". Y sé que fue un voto de confianza de mi entrenador y equipo. Ellos saben todo lo que pasé. Quisieron regalarme esa posibilidad de anotar después de tanto tiempo, y se dió. El público fue hermoso, ¡celebraron conmigo a todo pulmón!
¿Qué sensación le dejó el volver a marcar?
R. Hacer un gol nos gusta a todos, es el propósito del juego, anotar. Dejé las canchas un tiempo, pero mi competitividad y convicción sigue intacta. Ese gol es un recordatorio de lo sabroso que es anotar, llegar al objetivo. Y pese a que no suelo ser goleadora, haberlo hecho me deja con sed de más.
¿Cómo fueron esos meses de la lesión?
R. Es fuerte, sólo quien ha pasado por eso sabe lo que se siente. Me causa mucha gracia el famoso dicho de "mae yo era bueno, pero me jodí la rodilla y hasta ahí llegué". Ahora lo entiendo todo, no cualquiera sale de esta y vuelve; se necesitan recursos, tiempo, convicción, agallas.
¿Y la recuperación?
R. Cansada, pesada, fuerte. Pero nada de tenerse lastima o lamentarse. La cuestión es aceptar lo que ocurre y agarrarlo con fuerza. cuando sentía que ya no podía más, pensaba en lo mucho que disfrutaba jugar, en lo feliz que me hace y en lo mucho que compartimos las personas gracias a este deporte. Sencillamente esto te hace más fuerte. Luego de haber pasado esto, jamás seré la misma persona.
¿Le pasó por la cabeza retirarse?
R. Antes de lesionarme ya pasaba por mi cabeza retirarme. Le he dedicado muchos años al deporte, y hay que salir adelante con todas las de demás obligacione; cumplir objetivos, estudiar, trabajar etc. Cuesta tener un equilibrio y debes sacrificar algunas cosas para poder dar abasto. Tenía muchos proyectos personales, por eso pasó por mi mente dejarlo antes de, pero con la lesión tuve bastante tiempo de acomodarme y cumplir objetivos personales. Siempre dije que si me dañaba alguna rodilla dejaría el futsal. Es imposible a estas alturas de mi vida, luego de lesionarse así, no sentir que todo se acabó. Te soy sincera, nadie me dejó retirarme. Dejar el deporte por una lesión me hacía sentir derrotada. No era la forma como quería irme. El deporte me ha dado mucho. Si me iba a retirar, me despedía jugando. Recibí demasiada ayuda en el camino, y adicional al cariño que me tienen, una de las condiciones que siempre me manifestaron fue el deseo de verme de nuevo jugar. Todo conspiró para que sigamos en el terreno de juego.
¿Cuál fue su motivación?
R. A estas alturas de mi carrera deportiva los nervios son mínimos, casi nulos. La experiencia hace todo más sencillo, entonces empiezas a disfrutarlo más. Sentirse tan bien en un lugar motiva a cualquiera. Lo disfruto, lo amo, hacer lo que te gusta da vida, es mágico, el futsal es mágico. Me motivó el amor por lo que hago, y la ilusión con que muchos esperaban mi regreso; familia, compañeras, amigos, aficionados. Lesionarme fue un reto, y volver la forma de superarlo, así que aquí estamos, intentando volver.
Regresa a jugar a la recta final del torneo…
R. El torneo nos ha dejado en evidencia lo que ha crecido el nivel de juego y lo parejos que están los equipos. Lo notas cuando ves la tabla y hay 3 equipos cerradísimos en puntos luchando el primer lugar. ‘Desampa’ está entre esos, los favoritos. Veo una planilla que da gusto, un futsal que permite hacerse del torneo, en donde la ilusión y objetivo del equipo es claro, ser campeón. Estará duro el cierre, pero esto es lo lindo del torneo. La parte en que se define quien sigue o se va. Esperaría ver de nuevo a Desamparados campeón.
¿Qué hace Karina cuándo no está en una cancha de futsal?
R. Soy educadora de profesión, trabajo para el MEP y me especializo en la enseñanza musical. Además, imparto lecciones en la Universidad, y doy lecciones particulares de música pura e instrumento. Desde hace año y 7 meses abrí una micro-empresa a la que le dedico también parte de mi vida. Emprender es hermoso, todos deberían intentarlo. Pese a que ya tengo un área profesional, sigo estudiando. El objetivo es terminar la carrera de sociología que curso en la Universidad Nacional, de ahí que juegue con la UNA, todo lo que tenga que ver con torneos universitarios. Me gusta en mi tiempo libre vacacionar, leer o compartir con mi familia, ellos son prioridad en mi vida.
La música es su otra pasión…
R. La música la llevo desde niña. La guitarra me cautivó desde el primer momento. Luego fui aprendiendo piano, violín, percusión y acabe siendo adicta a ella. Mi especialidad son las cuerdas. Soy cantautora costarricense, debidamente reconocida por ACAM y con código internacional. Trabajo "chiviando" (le llamamos así a hacer música), en cafés, restaurantes, bares y eventos de todo tipo. Expongo mucho mi música a través de las redes sociales también. Tengo un grupo llamado Kary Varela, donde la música que escribo es acompañada por un bajista y una percusionista, son carguísimas, en mi opinión sonamos muy bien. Los invito, en Youtube también pueden encontrar temas míos.
¿Cómo fueron sus inicios en el deporte?
R. Desde que tengo memoria amo correr detrás del balón. La atracción por el deporte fue desde siempre, y como toda una niña, los potreros eran el lugar perfecto para el fútbol.Inicié formalmente en una escuela de fútbol en San Rafael arriba, luego un miembro del comité de Desamparados me vio jugando, y me extendió su invitación a ser parte de las "estrellitas". Entre a Desamparados, si no me equivoco a los 9 o 10 años. En total 18 años de estar en esto. En las estrellitas me topé con ‘Nathy’, era la única de la planilla actual que estaba para esa época. Luego con el tiempo llegó Dani (hoy en Guatemala), parecía una ‘pulguilla’ «ja, ja, ja», ‘chiquititilla’ la llevaban a entrenar, en una categoría menor a la nuestra claro, por una cuestión de edad. Después de unos años llegó ‘Colo’ (Melisa Jiménez). Ellas crecieron conmigo. Es imposible no sentir que tienes hermanas en el futsal. Al deporte le debo mucho, me ha hecho una mejor persona, me ha dado experiencias maravillosas y amistades que sin importar la camiseta, siempre hacen llegar su cariño. Todos tenemos algo que nos hace feliz que nos llena, yo por suerte tengo el futsal.