Operada, sola y lejos de Costa Rica. Así ha sido el escenario que ha tenido que enfrentar la jugadora Roxiny López durante la cuarentena y después de ser campeona en con el CSD Tellioz de la Liga Futsal de Guatemala.
Después de la celebración del título de liga, a la costarricense la operaron de la rodilla derecha, por una ruptura de ligamento y meniscos, el jueves 12 de marzo, un día antes que se confirmará el primer caso de coronavirus, en la capital guatemalteca.
La exjugadora de Zarcero paso los días posteriores a la operación en compañía de algunas de sus compañeras de equipo, quienes la apoyaron con la recuperación, hasta la llegada del “toque de queda” y las restricciones sanitarias que emitieron las autoridades chapinas.
Desde su casa, en el sétimo piso de un edificio de apartamentos, en ciudad de Guatemala, Roxiny López nos atendió para conversar de su etapa como legionaria y de sus planes, cuando la emergencia termine; y regrese a su querido Zarcero.
¿Descríbanos su cuarentena en Guatemala?
R. Vivir este momento de la cuarentena ha sido complicado porque coincidió con la cirugía de mi rodilla derecha. Ha sido un momento difícil y doloroso; porque estoy lejos de casa, sola y operada.
¿El covid-19 terminó siendo un aliado en su recuperación?
R. Voy avanzando muy rápido. Tres veces a la semana recibo terapia en casa como parte del apoyo y la recuperación que me ha brindado el equipo. El COVID-19 terminó siendo un aliado que me está favoreciendo en la recuperación y en el regreso a las canchas. No me estoy perdiendo de ningún torneo, en este momento, y si llego a perder, será muy poco.
¿Qué le dicen su familia y sus amigos de toda esta etapa?
R. Me han dado su apoyo incondicional. A la distancia, pero han estado para mí. Muchos de ellos me comentan como le he hecho para pasar todo este tiempo sola y en recuperación.
¿Cómo recordará ese momento de alzar un título fuera del país?
R. Con mucho orgullo y como un momento muy emotivo. La perseverancia y la disciplina de años atrás valió la pena. Aunque no logré terminar el torneo de la manera que yo quería.
¿Tener a Daniela de compañera fue una ventaja?
R. Nos apoyamos mutuamente. Éramos compañeras y somos compatriotas. El país jala mucho. No estuvimos solas y supimos entendernos tanto dentro como fuera de la cancha.
¿Qué le ha sorprendió de su estadía en Guatemala?
R. Varias cosas. Me sorprende que, a pesar de ser un país tan cercano, tenga una cultura tan diferente. Estando fuera de Costa Rica me di cuenta que hay muchas personas que me aprecian, y no lo sabía. Y, por último. Aquí apoyan mucho al futsal femenino.
¿Qué comida chapina es la que más come y cuál recomendaría?
R. “Los Shucos” (perros calientes asados, con diferentes embutidos, repollo cocido y aguacate) y los tacos. Recomendaría los “Shucos” son buenísimos.
¿En qué nivel está el futsal de Costa Rica?
R. El futsal de Guatemala va en muy buena dirección y hacia arriba, pero el nuestro está por encima y sin dudarlo diría que es el mejor de Centro América.
¿Qué es lo que más extraña de Costa Rica?
R. Aparte de mi familia, los amigos y equipo; la comida y el campo. Estoy en una ciudad. Extraño esa libertad, el entorno y el paisaje de Zarcero, de mi corazón.
¿Lo primero que hará cuando termine la cuarentena?
R. Regresaré a Costa Rica a terminar mi recuperación y volver a jugar.
¿Alguna anécdota que nos pueda compartir?
R. En el primer entreno me dijeron que iba a ir a entrenar en el Domo. Como no sabía que era el domo, al principio me asuste, porque no sabía para donde me dirigía. Cuando llegamos me di cuenta que era un gimnasio y que hay varios en Guatemala, que les llaman de así.